por Eric Tolson El Espíritu de Juego ha acompañado al Ultimate literalmente desde su concepción en el estacionamiento de Columbia Highschol en 1968. 50 años después, seguimos sin poder definir claramente qué es “Espítiru” sin entrar en un debraye filosófico. Por fortuna, esta publicación no pretende descender esa espiral metafísica. Este artículo parte de la premisa de que mientras el juego de Ultimate siga siendo auto-oficiado (como lo es hoy, en casi todas las partes del mundo donde se juega) dependemos de un Espíritu de Juego que nos permita gestionar el juego de forma limpia, justa, segura, amable y, por qué no, divertida e incluso amistosa. Es por eso que, nos guste o no, tenemos como comunidad una labor enorme, no sólo de practicar nuestro Espíritu de Juego, sino de entrenarlo: es decir, practicarlo consciente e intencionalmente en aras de mejorar. Por eso les traemos estos 7 tips para trabajar el Espíritu de Juego en tu equipo. 1- Reconocer su importancia Al Ultimate Mexicano le urge que dejemos de ver el EDJ como un éter esotérico de la jipibuenaonda. Es un componente fundamental del deporte, necesario para su gestión y buen funcionamiento, que además nos permite crecer como personas. Hay que verlo como una dimensión más del juego, así como lo es el atletismo, la técnica de tiro, la visión de campo, la táctica, la concentración, el compañerismo, etc. El éxito de un equipo de Ultimate está intrínsecamente relacionado con su Espíritu de Juego. ¿A qué me refiero?
Estos son tan sólo unos ejemplos que se me ocurrieron por cada rubro del Espíritu de Juego. ¿Se te ocurre algún otro? ¡Compártelo en los comentarios! 5. Aprenderse muy bien las reglas
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por Eric Tolson Ok, tal vez tu equipo te eligió mediante un proceso participativo de elecciones abiertas, tal vez te ofreciste voluntariamente como tributo a las deidades del disco por puritito compromiso al EDJ o porque te llena de motivación afrontar un nuevo reto. Pero por favor, porfavor porfavorcito, dime que no eres Capi de Espíritu sólo porque fuiste la última persona de tu equipo en decir “safo.” Bueno, el chiste es que ahora juegas un papel cargado de responsabilidades y no sólo debes sino que quieres desempeñarlo bien. Para este 7 en línea, te entregamos 7 tips para ser capi de Espíritu. Si estás leyendo esto y tu equipo no tiene capitanías de Espíritu aún, por favor platíquenlo a la brevedad. Es un paso importante tanto para mejorar el EDJ de tu equipo como para el desarrollo del Ultimate Mexicano. 1.Tómatelo en serio Ser capi de Espíritu es un honor y una gran responsabilidad. Tienes una gran oportunidad de ayudarle a tu equipo a crecer en esta parte integral del Ultimate, aprovéchala y procura predicar con el ejemplo. Piensa que ahora eres una figura de peso en tu equipo, un estandarte ante la comunidad del ultimate, y quizá incluso un ejemplo para gente juvenil o novata; sé consciente de ello y actúa acorde reflejando los cinco pilares del EDJ en tus acciones dentro y fuera de la cancha. Habla con tu equipo y motívales a ser mejores. 2. Empápate Aquí una lista de documentos que te recomiendo leer e imprimir, algunos de ellos incluso enmicar, para que los tengas a la mano y puedas consultar en torneos, partidos y entrenamientos sin que se maltraten. Compártelos con tu equipo y discútanlos.
3. Comunicación, comunicación, comunicación Podría decirse que este es el nombre del juego, tu superpoder, lo que te truje, el grueso de tu chamba, tu mero mole, pues. Cosas como ir a presentarte con el otro equipo antes del partido y platicar con sus capis de Espíritu. (Si todo tu equipo quiere ir a saludar al otro equipo, qué mejor). Acércate con ellos en la sideline si tienes alguna observación o comentario. Si tienes cualquier inquietud o retroalimentación que quieras compartir, es mejor hacerlo cuanto antes. Acérquense a platicar en el medio tiempo, aún si no hay nada que recalcar, verifiquen que todo está fluyendo bien y que ambos equipos se están divirtiendo. Aprende a ejercer una escucha activa para que puedas servir de puente entre los dos equipos. 4. Calificar después de cada partido Invita a tu equipo a tomárselo en serio y a comprender bien cada rubro. Modera la conversación para ayudarles a alcanzar un consenso con claridad y eficiencia. Apóyense en la lista oficial de ejemplos. Es importante que para cualquier calificación, tú, tu equipo, y el equipo rival sepan cuáles fueron los motivos y así sea una retroalimentación útil. Recuerden calificar antes de formar el círculo de Espíritu para hablar de las calificaciones dentro del mismo, y para que lo sucedido en el círculo no influya en la calificación para bien ni para mal. 5. Círculos de Espíritu Jugando en competencias internacionales me sorprendió lo variados que podían ser los distintos rituales de círculos de Espíritu con equipos de diferentes partes del mundo. Por un lado sentí frustración de que tantos equipos no mencionaran la calificación de Espíritu y no dieran retroalimentación puntual al respecto. Pero también me hizo notar que en México acostumbramos una forma muy específica de celebrar el círculo de Espíritu. No tiene por qué volverse un trámite diplomático y aburrido. Es una práctica bellísima de nuestro deporte que puede construir momentos memorables y de verdadera conexión. Pero también creo que además de divertida debe servir como una retroalimentación productiva. Procuremos dar información útil y honesta en los círculos; demasiadas veces omitimos hablar de cosas importantes de lo sucedido en el juego para evitar confrontación o incomodidad, pero si partimos de la premisa de que la rivalidad es amistad, podemos sentirnos en confianza de dialogar abiertamente. De igual manera, mantengamos esa misma apertura a la hora de escuchar lo que otros equipos quieren decirnos; busquemos escuchar para entender y no para responder. Toma cualquier tipo de retroalimentación como un regalo que tú y tu equipo pueden usar para mejorar. Creo que sobran dinámicas de círculo de espíritu tanto divertidas como productivas como para tratar de enumerarlas en este artículo, ¡así que cuéntanos en los comentarios cuáles son tus favoritas! 6. Tiempo de Espíritu No tengas miedo de llamar un tiempo de Espíritu. Existe la noción (y a mí así me lo enseñaron) de que el tiempo de Espíritu es un último recurso para usarse solamente en casos extremos donde la toxicidad en cancha es tanta que ya no se puede jugar al Ultimate y que, por eso mismo, es muy raro presenciar uno. Yo aprendí a la mala en WUCC 2018 que no es así. El tiempo de Espíritu es una herramienta útil que convoca al diálogo para resolver problemas y evitar que un partido se torne desagradable. Revisen los detalles de cómo funciona en el apéndice del reglamento, ya que es distinto de un tiempo fuera normal. No tiene que haber nadie llorando ni peleando para justificar su uso. Si hay un malentendido, confusión, inquietud o disgusto que no ha podido atenderse por medio del canal habitual entre capitanías de Espíritu, si sienten que el partido se está saliendo de control, o si simplemente sienten que la gente ya no se está divirtiendo, llamen un tiempo de Espíritu con toda confianza. Demasiados encuentros llegan a ese punto temido y desagradable antes mencionado simplemente por no haber llamado el tiempo de Espíritu en el primer momento turbio y dejar que las malas conductas escalen. El peor juego de Ultimate que he sufrido en mi vida llegó a ese punto justamente por tener miedo de llamar el tiempo de Espíritu y dejar que se nos saliera todo de control. Si desde un inicio tienes buena comunicación con el otro equipo, llamar un tiempo de Espíritu no será necesario, y si lo llegara a ser, puede ser por un acuerdo que construyan en conjunto ambas capitanías. 7. Disfruten Aduéñense del rol, inventen lo que necesiten, diviértanse, vuélvanse locos. Realicen actividades a lo largo de la temporada para “entrenar” su espíritu de juego. De verdad hay muchísimas probadas y por inventarse. Motiven a su equipo a trabajar por ello, aprenderse mejor las reglas, aprenderse bien y usar siempre las señales, trabajen su lenguaje corporal, usen la actitud positiva a su favor, etc. Usen las actividades como una manera de construir cohesión en su equipo ¡y cuéntenos su experiencia! En Sideline estamos tratando de convertir las experiencias de miembros de la comunidad ultimatera en publicaciones para que podamos compartir nuestros aprendizajes y conocimientos, así que no dudes en escribirnos sobre este o cualquier otro tema ultimatero. por Rolando Bramlett A unos días de la segunda fecha del Circuito Nacional de Ultimate celebrado en Toluca que contó con una amplia participación en las rama femenil y varonil, podemos ver una rica variedad de equipos, perfiles y hasta estilos de juego, pero a pesar de que el nivel de competencia fue alto y ningún equipo pasó sin problemas la ronda de grupos, sigue existiendo una clara diferencia entre los equipos competitivos y los que están en el proceso. Es por eso que en este primer “7 en línea” nos gustaría reflexionar y poner en la mesa 7 consejos que podrían ayudar a desarrollar el nivel de juego de tu equipo y competir en esta temporada y las siguientes.
2. Objetivos y metas Si el objetivo general del equipo es ser un equipo competitivo a nivel regional, nacional o inclusive internacionalmente, es un proceso que llevará cierto tiempo y a veces la curva de crecimiento no es tan pronunciada como esperamos. Es por eso que hay que crear una ruta a manera de guía con objetivos específicos y sobretodo metas realistas y progresivas para ir mejorando y tener resultados positivos. Esto se puede aplicar de forma grupal para cada temporada, torneo y partido, mientras que de forma individual cada jugador tiene la tarea de ayudar a lograr el objetivo colectivo. Suena sencillo, pero cuántas veces nos preguntamos ¿Qué es lo que mi equipo necesita de mi? muchas veces nos cerramos en nuestras expectativas o inclusive en nuestra zona de confort y anteponemos lo individual a lo colectivo. 3. Sistema de juego Creo que este es el punto crucial que hace la diferencia entre un equipo que ya es competitivo a uno que todavía no lo ha logrado del todo. Cuántas veces vemos defensas de zona cuyo objetivo no queda claro u ofensivas que después del primer pase pierden cualquier orden y progresión. Tener un sistema de juego implica tener claro cuál es el ultimate que queremos y podemos jugar, todo ello a partir de nuestras capacidades y recursos. Es un traje a la medida que se tiene que ir perfeccionando. El mejor sistema de juego que un equipo tendría que adoptar es el que le permita explotar todo su potencial cuando todo va viento en popa y que a la vez te permita mantener un estándar mínimo de juego al que puedas volver en los momentos críticos donde nada está resultando bien. Esto se aplica para la ofensiva y la defensiva, en estrategias de zona y personales y cada una implica que todos los jugadores comprendan los objetivos y reglas generales que permitan que el sistema de juego sea cíclico y que logre su cometido. 4. Caja de herramientas La diferencia de un sistema de juego flexible a uno que se vuelva repetitivo y predecible, son las herramientas que el equipo pueda desarrollar en cada uno de sus jugadores, con ello me refiero a las variantes que se pueden aplicar a nivel táctico y todas se desarrollan al comprender y practicar las bases: tipos de cortes, prioridades e inclusive excepciones a las reglas que hace que los jugadores desarrollen un juego más efectivo y flexible, necesario cuando los partidos se tornan complicados o, inclusive, cuando el dominio empieza a menguar. 5. Líneas y sistema de cambios Este es uno de los puntos más delicados y necesarios para el desarrollo de un equipo competitivo. Existen muchos criterios para establecerlos pero si el objetivo es competir, las personas que dirigen al equipo tienen que ser muy claros en los criterios. Es necesario que todo el equipo confíe en el plan, conozca las variantes existentes y comprenda la importancia de su papel en dicho plan. La verdad es que se necesita un roster amplio y equilibrado para competir, la época donde un “savage seven” (7 personas) en un torneo podían hacer la hombrada de llegar a semifinales ya pasó, ahora es imposible. Se necesita una mezcla entre experiencia y atleticismo que le permita a tu equipo llegar a estas instancias y poder competir a la altura. Muchas veces se necesitan líneas ofensivas y defensivas con un perfil específico. La capacidad defensiva de cada uno de los jugadores tiene que poder ser garantizada antes de buscar ser jugadores contundentes y confiables en la ofensiva. Aunque los cambios de posesión son más que comunes en el ultimate mexicano, en el ultimate competitivo la eficiencia de la defensiva se mide en la capacidad de lograr hacer defensas y depues no desperdiciar la oportunidad de hacer el punto, mientras que la ofensiva tiene como objetivo hacer la mayor cantidad de goles sin cambios de posición. 6. Conjunción y delegar tareas Parece tonto pero un equipo que no es unido fuera de la cancha no va a conectarse dentro de la misma y para ello es necesario tener cierta unidad. Conocer y reconocer las capacidades de tus compañeros se vuelve una tarea obligatoria, además de la capacidad de comunicar de forma asertiva los errores y defectos que colectiva e individualmente tienen que modificarse. Si no existe este ambiente en la cotidianidad del equipo es difícil guardar la calma en los momentos más tensos y difíciles dentro del campo. A su vez se suma el rol y las tareas que cada jugador tiene que hacer de forma cotidiana para apoyar a su equipo, si necesitas que los capitanes estén muy metidos en la cuestión estratégica, necesitas a todos los jugadores involucrados en la tareas cotidianas del equipo para que cada actividad se desempeñe adecuadamente.
Existen tareas sencillas como fomentar el conocimiento y comprensión de las reglas y sus implicaciones, y otras más complicada como plantear estrategias para comunicar a nuestros mismos compañeros sobre llamados innecesarios o demostrar nuestro apoyo en relación a un argumento y con ello mantener la imparcialidad del equipo. Todas ellas se tienen que fomentar de lo colectivo y trabajar desde lo individual, una tarea que no se puede delegar exclusivamente a los jugadores ni a los capitanes y muchas veces rebasa la dimensión grupal del equipo y nos lleva a cuestionarnos de forma constante cuál es el papel del equipo en el desarrollo del ultimate en cada región o si por el contrario, el crecimiento de mi equipo se realiza a costa del mismo. Para finalizar me gustaría recordar que el sentido amplio de competir no es ganar, el sentido de contender entre los equipos de un torneo o un partido es la búsqueda y la aspiración de superarnos a nosotros mismos de forma individual y grupal, de jugar el mejor ultimate que podamos y la consecuencia de ello será, eventualmente, el ganar o resultar campeón. Si el verdadero objetivo de un equipo es ser competitivo tendrá que desarrollar la necesidad de superación y búsqueda constante, teniendo en claro que se puede lograr estar en el primer puesto de una competencia pero nunca podrás ser el mejor. |
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Marzo 2019
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