por Rolando Bramlett A unos días de la segunda fecha del Circuito Nacional de Ultimate celebrado en Toluca que contó con una amplia participación en las rama femenil y varonil, podemos ver una rica variedad de equipos, perfiles y hasta estilos de juego, pero a pesar de que el nivel de competencia fue alto y ningún equipo pasó sin problemas la ronda de grupos, sigue existiendo una clara diferencia entre los equipos competitivos y los que están en el proceso. Es por eso que en este primer “7 en línea” nos gustaría reflexionar y poner en la mesa 7 consejos que podrían ayudar a desarrollar el nivel de juego de tu equipo y competir en esta temporada y las siguientes.
2. Objetivos y metas Si el objetivo general del equipo es ser un equipo competitivo a nivel regional, nacional o inclusive internacionalmente, es un proceso que llevará cierto tiempo y a veces la curva de crecimiento no es tan pronunciada como esperamos. Es por eso que hay que crear una ruta a manera de guía con objetivos específicos y sobretodo metas realistas y progresivas para ir mejorando y tener resultados positivos. Esto se puede aplicar de forma grupal para cada temporada, torneo y partido, mientras que de forma individual cada jugador tiene la tarea de ayudar a lograr el objetivo colectivo. Suena sencillo, pero cuántas veces nos preguntamos ¿Qué es lo que mi equipo necesita de mi? muchas veces nos cerramos en nuestras expectativas o inclusive en nuestra zona de confort y anteponemos lo individual a lo colectivo. 3. Sistema de juego Creo que este es el punto crucial que hace la diferencia entre un equipo que ya es competitivo a uno que todavía no lo ha logrado del todo. Cuántas veces vemos defensas de zona cuyo objetivo no queda claro u ofensivas que después del primer pase pierden cualquier orden y progresión. Tener un sistema de juego implica tener claro cuál es el ultimate que queremos y podemos jugar, todo ello a partir de nuestras capacidades y recursos. Es un traje a la medida que se tiene que ir perfeccionando. El mejor sistema de juego que un equipo tendría que adoptar es el que le permita explotar todo su potencial cuando todo va viento en popa y que a la vez te permita mantener un estándar mínimo de juego al que puedas volver en los momentos críticos donde nada está resultando bien. Esto se aplica para la ofensiva y la defensiva, en estrategias de zona y personales y cada una implica que todos los jugadores comprendan los objetivos y reglas generales que permitan que el sistema de juego sea cíclico y que logre su cometido. 4. Caja de herramientas La diferencia de un sistema de juego flexible a uno que se vuelva repetitivo y predecible, son las herramientas que el equipo pueda desarrollar en cada uno de sus jugadores, con ello me refiero a las variantes que se pueden aplicar a nivel táctico y todas se desarrollan al comprender y practicar las bases: tipos de cortes, prioridades e inclusive excepciones a las reglas que hace que los jugadores desarrollen un juego más efectivo y flexible, necesario cuando los partidos se tornan complicados o, inclusive, cuando el dominio empieza a menguar. 5. Líneas y sistema de cambios Este es uno de los puntos más delicados y necesarios para el desarrollo de un equipo competitivo. Existen muchos criterios para establecerlos pero si el objetivo es competir, las personas que dirigen al equipo tienen que ser muy claros en los criterios. Es necesario que todo el equipo confíe en el plan, conozca las variantes existentes y comprenda la importancia de su papel en dicho plan. La verdad es que se necesita un roster amplio y equilibrado para competir, la época donde un “savage seven” (7 personas) en un torneo podían hacer la hombrada de llegar a semifinales ya pasó, ahora es imposible. Se necesita una mezcla entre experiencia y atleticismo que le permita a tu equipo llegar a estas instancias y poder competir a la altura. Muchas veces se necesitan líneas ofensivas y defensivas con un perfil específico. La capacidad defensiva de cada uno de los jugadores tiene que poder ser garantizada antes de buscar ser jugadores contundentes y confiables en la ofensiva. Aunque los cambios de posesión son más que comunes en el ultimate mexicano, en el ultimate competitivo la eficiencia de la defensiva se mide en la capacidad de lograr hacer defensas y depues no desperdiciar la oportunidad de hacer el punto, mientras que la ofensiva tiene como objetivo hacer la mayor cantidad de goles sin cambios de posición. 6. Conjunción y delegar tareas Parece tonto pero un equipo que no es unido fuera de la cancha no va a conectarse dentro de la misma y para ello es necesario tener cierta unidad. Conocer y reconocer las capacidades de tus compañeros se vuelve una tarea obligatoria, además de la capacidad de comunicar de forma asertiva los errores y defectos que colectiva e individualmente tienen que modificarse. Si no existe este ambiente en la cotidianidad del equipo es difícil guardar la calma en los momentos más tensos y difíciles dentro del campo. A su vez se suma el rol y las tareas que cada jugador tiene que hacer de forma cotidiana para apoyar a su equipo, si necesitas que los capitanes estén muy metidos en la cuestión estratégica, necesitas a todos los jugadores involucrados en la tareas cotidianas del equipo para que cada actividad se desempeñe adecuadamente.
Existen tareas sencillas como fomentar el conocimiento y comprensión de las reglas y sus implicaciones, y otras más complicada como plantear estrategias para comunicar a nuestros mismos compañeros sobre llamados innecesarios o demostrar nuestro apoyo en relación a un argumento y con ello mantener la imparcialidad del equipo. Todas ellas se tienen que fomentar de lo colectivo y trabajar desde lo individual, una tarea que no se puede delegar exclusivamente a los jugadores ni a los capitanes y muchas veces rebasa la dimensión grupal del equipo y nos lleva a cuestionarnos de forma constante cuál es el papel del equipo en el desarrollo del ultimate en cada región o si por el contrario, el crecimiento de mi equipo se realiza a costa del mismo. Para finalizar me gustaría recordar que el sentido amplio de competir no es ganar, el sentido de contender entre los equipos de un torneo o un partido es la búsqueda y la aspiración de superarnos a nosotros mismos de forma individual y grupal, de jugar el mejor ultimate que podamos y la consecuencia de ello será, eventualmente, el ganar o resultar campeón. Si el verdadero objetivo de un equipo es ser competitivo tendrá que desarrollar la necesidad de superación y búsqueda constante, teniendo en claro que se puede lograr estar en el primer puesto de una competencia pero nunca podrás ser el mejor.
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Marzo 2019
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